Susana Díaz da en Málaga el pistoletazo de salida a la campaña electoral

04/12/2015
Hotel NH (Málaga)

Ni el cansancio ni el desánimo hacen mella en la presidenta Susana Díaz, que ayer arengó a los más de 1.400 militantes y simpatizantes (entre ellos, muchos compañeros y compañeras de nuestra Agrupación, con nuestra Vicesecretaria General, Sonia Ramos, al frente) que se reunieron en el hotel NH Málaga para celebrar con ella y con los cabezas de lista por Málaga por el Congreso y el Senado, Miguel Ángel Heredia y Antonio Morales, respectivamente, el arranque de la campaña electoral. La secretaria general del PSOE andaluz está convencida –y así lo hizo ver– de que en la estrategia de ver el vaso medio lleno o medio vacío ella opta por lo primero, de modo que tiró de tablas para insistirle a los suyos que no pueden dejar «sin peinar ningún rincón de nuestra tierra en el que haya una sola persona que aún no sabe qué va a votar». A ellos, a los indecisos, que suman un jugoso 41,6% en el territorio nacional, se dirigió con contundencia Díaz para recordarles que es necesario «darle cuerda al reloj para que la historia empiece de cero». Hacía referencia con ello a la necesidad de un gobierno «fuerte y socialista» desde Madrid para que «a Andalucía deje de costarle miles de millones que gobiernen otros».

Sobre el escenario, y rodeada de banderas verdiblancas, la líder de los socialistas andaluces apeló al «orgullo» y a la «autoestima» de las siglas y puso como ejemplo a Andalucía de la «resistencia a las políticas de Rajoy, que no tiene nada más que aportar después de cuatro años». A cambio, la presidenta se envolvió en otra bandera, la de sus «políticas sociales» y la de su «defensa a la educación y la sanidad públicas, la dependencia y la ayuda a los que lo están pasando mal». Díaz hizo suyos los 18.000 andaluces que en el mes de noviembre han abandonado las listas del paro, pero admitió: «No me puedo ir a la cama con el sufrimiento de la gente que lo está pasando mal».

Díaz comenzó su intervención pidiendo el «compromiso» de los suyos «de que si alguien que lo está pasando mal se acerca a nosotros, que los escuchemos». La presidenta no esquivó el problema concreto de las escuelas de formación y garantizó en público que «las tres que han quedado fuera en Málaga tendrán una respuesta lo antes posible en el marco de la ley», ya que –añadió– «este partido es grande y fuerte porque lleva 135 años echándose a la espalda el sufrimiento de los demás».

Después, y con toda la artillería dialéctica apuntando hacia Rajoy –«que está muy cerca de aquí, ¿sabéis?», dijo en referencia al vecino mitin que celebraban los populares–, la protagonista de la velada insistió en que «España no se puede permitir un presidente que se toma las cosas en broma». «Hoy Rajoy hablará de fútbol, por eso el 20 de diciembre va a tener todo el tiempo del mundo para seguir hablando de lo que le gusta», bromeó Díaz, cuyo semblante sin embargo cambió a serio cuando enunció su diagnóstico de lo que el popular «ha hecho con España»: «Hoy este país es un fracaso hasta en la unidad, porque Rajoy no se ha metido en el problema que los independentistas se le han subido a las barbas». Por eso, la presidenta emplazó a los suyos «a llevar a Pedro Sánchez hasta la Moncloa» y a «ganar las elecciones más abiertas de la democracia».

El cabeza de lista al Senado por Málaga, Antonio Morales, demostró anoche en el mitin del PSOE que la cultura y la poesía también pueden ser –¿por qué no?– ‘carne’ de mitin electoral. Con una intervención plagada de referencias a los filósofos antiguos, a Alberti, a Saramago o a Benedetti, el candidato y exfiscal, que fue presidente del Ateneo, reivindicó la cultura como «uno de los principales retos de futuro» y reclamó que ésta se convierta «en un derecho fundamental». Para sustentar su tesis, tiró de Lorca: «Está bien que el hombre coma, pero también que sepa», recordó Morales, que cerró su intervención recordando la importancia de «recuperar la música en los corazones».

Tampoco rebajó el tono en sus críticas al Partido Popular el cabeza de lista al Congreso por Málaga, Miguel Ángel Heredia, que sin embargo quiso comenzar su intervención con un guiño al militante Manuel Martín Rueda, convertido a sus 101 años en el más longevo de la provincia y adscrito a la agrupación Guadalmedina. Manuel agradeció la intensa ovación desde la primera fila y escuchó luego con atención el rosario de reproches que Heredia le dedicó al PP sobre todo en materia de dependencia y pensiones. De nuevo, el candidato tiró de anecdotario personal para ilustrar el problema: «Yo desayuno todos los días con mi padre y siempre me recuerda que han quitado 400 medicamentos de la seguridad social». Y para contraponerlo a otro ejemplo, puso de botón de muestra al padre de Rajoy: «A él lo atienden en la Moncloa tres cuidadores que cuestan más de tres mil euros que pagamos entre todos».

Su intervención tuvo momentos divertidos cuando deslizó que «Rajoy ha subido el IVA al turismo porque no viaja y Montoro ha hecho lo mismo a las peluquerías porque no necesita pelarse. Sin embargo, a una cosa no le han subido el impuesto y sigue en el 4%: a las revistas porno».

En su crítica a los adversarios, Heredia tampoco se olvidó de Podemos y Ciudadanos. A los primeros «porque visten ropa de Alcampo pero duermen en palacios en Venezuela»; y a los segundos «porque si rascas un poco pasas del naranja al azul (color del PP)». Sobre el partido de Albert Rivera, el candidato socialista al Congreso no fue el único en recordar que son «la nueva derecha». También lo hizo la presidenta del PSOE en Málaga, María Gámez, que presentó a los invitados y que incluso acuñó, en este juego de colores, un nuevo término para referirse a Ciudadanos: «Son un partido camaleón».